martes, 15 de enero de 2013

ILUSIÓN


   Fácil no es nada. Es cómodo tropezar en la más desplomadora de las desilusiones; esa vieja enemiga que nos bloquea con su ponzoñoso saludo repetitivo, tan conocida ya, dejándonos tumbados sin fuerzas en esa balsa que va al mar adentro de la desidia. Aun es más fácil tumbarse apaleado y agotado en una alfombra sin suelo que nos absorbe, nos envuelve y nos hace rodar como un yoyo cuando se vuelve a abrir en una nueva habitación lóbrega del destino: nada es fácil.
   Difícil es vivir y estar en manos del azar y el descontrol, de la derrota y la sumisión, de la experta inexperiencia que nos resume el viaje recorrido con altas dosis de realidad y crudeza y nos hace tiritar de frío al sol y de miedo a la luz. Difícil es soportar que se hace de noche en el laberinto y el nuevo día sólo te susurrará al nacer, con la voz de su viento, que sigues perdido. Y comienzas a desesperar….
   Fácil es lo difícil. Teniendo en cuenta que tenemos la cámara que rodará nuestra película a nuestro antojo y aunque el guion no sea demasiado bueno siempre podremos distorsionar la percepción sensorial, jugar con los sentidos y llegar a una realidad distinta, a disfrazarla con el traje que nosotros queramos, provocando efectos ilusorios: la realidad será nuestra propia ilusión.
   Difícil es saber encontrar esta nueva opción liberadora, que todos poseemos y a penas exploramos/explotamos/exponemos/explicamos, por vivir en una ficticia realidad impuesta a la que consideramos verdadera, tan deshumanizada y que se aleja tanto de nosotros mismos, con valores absurdos y superficiales. Sin darnos cuenta que, la auténtica realidad, la llevamos dentro, que somos los directores, cada uno describimos la nuestra: la realidad no es lo que hay fuera, si no la personal e interior, nuestro mundo, y nuestros ojos serán el espejo que decida lo que reflejar...
   Fácil será ahora pasar desde esas ilusiones creadas a buscar la ilusión, ahora como deseo que da vida a la ficción. La ilusión será el alimento y motor de la vida. Ésta será el sustento diario que nos hará tener remos en la balsa, alas en la alfombra y risas en el miedo; disfrutar correteando de los senderos del laberinto sin que la necesidad de intentar buscar una salida nos estropee el momento.
   Difícil será abandonar esta adicción que cambiará la película, con un argumento abierto y distintos géneros. Y aun sabiendo que igualmente acaba e inevitable será el the end, nos hará disfrutar de ella mientras dure con ilusiones e ilusiones. Tomaremos los deseos y solamente los soltaremos cuando tengamos otros agarrados y aunque se escapen ( que se escapan como escurridizos peces) y desvanezcan la mayoría por el camino, solamente con el hecho de haber existido  habrán servido de asidero para aferrar el que se hará realidad.
   Fácil será ahora empezar a andar, aunque no el camino, que aun estando lleno de piedras, curvas y con un paisaje negro, en nosotros estará el ir observando como va cambiando, irá mudando la piel de escamas con cada uno de nuestros pasos e irá transformando el blanco y negro a los colores más vivos que vayamos imaginando….