domingo, 25 de diciembre de 2011

EL ODIO


El odio se engendra en los contornos del alma,
y  te hace aborrecer las cosas que no amas.
Yo odio la falsa modestia de engreídos embusteros,
si al hablar tú me susurras: de mi afecto te destierro.
Odio la vida y la muerte; también el pensamiento;
los agudos sentidos, el yo, el sentimiento.
Odio la noche y el día, el mar, la montaña, el viento,
el calor, el frío, las nubes; también el paso del tiempo.
El conformismo odio yo, igual que lo complejo;
también odio lo simple, lo joven y lo añejo.
En el remordimiento del odio, entre el cielo y el infierno,
tan odioso es el que odia, como el odio que te tengo.